Cuarta vez que empiezo la entrada… será que mis indecisiones
afectan a mi modo de escribir… quizás solo tuve suerte y no tengo una verdadera capacidad para
transmitir. Quien sabe, yo seguiré intentándolo pues la ilusión de saber que
hay gente expectante por leer más me puede.
En esta entrada quería hablar sobre algo que no existe como
tal o por lo menos no creo en él pero es algo digno de reflexión, me refiero al destino.
Destino… un telar que teje nuestra vida siendo imposible
crear algo nuevo, todo está predestinado, todo pasa por un algo. Esa concepción
de vida no hace más que asustarme pues si existiese un orden inalterable
estaríamos siendo esclavos de nuestro propio ser, naceríamos como entes sujetos
a pasar una vida que, aunque no fuese notorio, estaría ya escrita. Será que me
asusto con facilidad…
¿Por qué quería hablar del destino? Es fácil, estos días han pasado un par de
casualidades que me hizo reflexionar sobre ello.
Casualidad 1: Sigo a una chica a la que llamaremos X en twitter, a los pocos días (no más
de 3) resulta que en un vídeo que encuentro de pura casualidad leo un
comentario suyo, y para más inri, no suelo leer comentarios de los vídeos. Pues
ahí, en ese vídeo de entre tantos millones de vídeos de YouTube, entre los
vídeos tan escasos en los que suelo fijarme en sus comentarios, ahí estaba el
suyo.
Casualidad 2: No me suelo meter en cierta página de
visionado de series que acaba en .ly (supongo que sabréis a que página me
remito) pues casualmente me metí, y en una de mis idas de cabeza, decido poner
una crítica a una serie muy poco conocida. Es decir, ese comentario es el único
rastro público mío en tal página. Pues una chica, a la que llamaremos Y, me dijo que leyó mi crítica.
Para la mayoría de personas eso serán cosas banales y
estúpidas, pero a mí eso me hace pensar mucho cosas del estilo a “¿A pasado por
algo?” o “¿Es una señal?” y derivados.
Sólo decir que pienso en ello pues grandes partes de mi vida
comenzaron por una casualidad, al que no sabría si llamar destino, pero
pasaron. Sin adentrarme en exceso en mi vida privada, decir que una gran parte
de mi vida comenzó con un mensaje privado en un foro en el que yo dije a una
chica un simple te apetece hablar y
ella respondió que sí.
Como conclusión a esta entrada decir que creáis o no en el
destino, tenéis que tener claro que la vida te depara sorpresas a modo de
casualidades y que jamás podrás controlar el modo en el que te sorprenden… así
que disfruta dichas sorpresas.
“Busca las alegrías, pues las desgracias llegarán solas” —Mi
abuelo.
Yo tenía razón y sí que escribes muy bien(;
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