jueves, 28 de marzo de 2013

04. Destino...


Cuarta vez que empiezo la entrada… será que mis indecisiones afectan a mi modo de escribir… quizás solo tuve suerte  y no tengo una verdadera capacidad para transmitir. Quien sabe, yo seguiré intentándolo pues la ilusión de saber que hay gente expectante por leer más me puede.

En esta entrada quería hablar sobre algo que no existe como tal o por lo menos no creo en él pero es algo digno de reflexión, me refiero al destino.

Destino… un telar que teje nuestra vida siendo imposible crear algo nuevo, todo está predestinado, todo pasa por un algo. Esa concepción de vida no hace más que asustarme pues si existiese un orden inalterable estaríamos siendo esclavos de nuestro propio ser, naceríamos como entes sujetos a pasar una vida que, aunque no fuese notorio, estaría ya escrita. Será que me asusto con facilidad…

¿Por qué quería hablar del destino?  Es fácil, estos días han pasado un par de casualidades que me hizo reflexionar sobre ello.

Casualidad 1: Sigo a una chica a la que llamaremos X en twitter, a los pocos días (no más de 3) resulta que en un vídeo que encuentro de pura casualidad leo un comentario suyo, y para más inri, no suelo leer comentarios de los vídeos. Pues ahí, en ese vídeo de entre tantos millones de vídeos de YouTube, entre los vídeos tan escasos en los que suelo fijarme en sus comentarios, ahí estaba el suyo.

Casualidad 2: No me suelo meter en cierta página de visionado de series que acaba en .ly (supongo que sabréis a que página me remito) pues casualmente me metí, y en una de mis idas de cabeza, decido poner una crítica a una serie muy poco conocida. Es decir, ese comentario es el único rastro público mío en tal página. Pues una chica, a la que llamaremos Y, me dijo que leyó mi crítica.

Para la mayoría de personas eso serán cosas banales y estúpidas, pero a mí eso me hace pensar mucho cosas del estilo a “¿A pasado por algo?” o “¿Es una señal?” y derivados.

Sólo decir que pienso en ello pues grandes partes de mi vida comenzaron por una casualidad, al que no sabría si llamar destino, pero pasaron. Sin adentrarme en exceso en mi vida privada, decir que una gran parte de mi vida comenzó con un mensaje privado en un foro en el que yo dije a una chica un simple te apetece hablar y ella respondió que sí.

Como conclusión a esta entrada decir que creáis o no en el destino, tenéis que tener claro que la vida te depara sorpresas a modo de casualidades y que jamás podrás controlar el modo en el que te sorprenden… así que disfruta dichas sorpresas.

“Busca las alegrías, pues las desgracias llegarán solas” —Mi abuelo.

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